La Iglesia conmemora la Pasión de Jesucristo el Viernes Santo, una cita que reúne a las comunidades cristianas entorno a la adoración de la cruz tras la liturgia de la Palabra –ese día, no se celebra la eucaristía—. El altar permanece desnudo y los sagrarios abiertos.
En este contexto, el obispo de Tui-Vigo Luis Quinteiro Fiuza expresó, durante el oficio presidido en la Concatedral-Basílica, que «la cruz de Jesús no es de madera; su cruz son los pecados del mundo. En Jesús, todo inocente es crucificado y por eso, hoy, continua muriendo en el madero, en los olvidados, en los que sufren». Es cruz que se hace presente en la actualidad, es la cruz que trae la salvación, que nos da la fuerza para seguir caminando ante las adversidades y da sentido a la vida, así exhortó a los allí congregados a «pedir a Dios que conceda a cada uno de nosotros la vida que nace de la cruz».
A través de la Pasión de Jesús y adoración de la cruz, la Iglesia conmemora su propio nacimiento y su misión de extender a toda la humanidad el anuncio de la Buena Nueva. La celebración del Viernes Santo constituye para los cristianos una manifestación de la esperanza en la resurrección.
La Diócesis de Tui-Vigo vivirá el culmen de la Semana Santa, de los grandes misterios de la fe, mañana, sábado 3 de abril, en la Vigilia Pascual que presidirá el obispo en la Concatedral-Basílica a las 19:30 horas —y que será retransmitida a través del canal de Youtube—.
