Del 16 al 18 de septiembre de 2022, más de doscientas personas de la diócesis de Tui-Vigo acudieron al santuario de Fátima, en Portugal, acompañadas por su obispo monseñor Luis Quinteiro, gracias a la peregrinación organizada por la delegación diocesana de Santuarios y del Turismo.
Cinco autobuses salieron el viernes al mediodía de la ciudad de Vigo rumbo a Fátima con feligreses de diferentes parroquias del territorio diocesano entre ellas San Pedro de Sárdoma, Santa Marta, Nuestra Señora de Fátima, Sagrado Corazón de Jesús o San Martín de Coia. Tras el viaje en bus y una vez instalados en sus respectivos hoteles, los peregrinos acudieron a la explanada del santuario para participar en el rezo del rosario y en la procesión de antorchas de ese mismo viernes.
Al día siguiente, sábado, dio comienzo de manera oficial esta peregrinación con el recorrido grupal de la explanada del santuario, desde la cruz alta hasta la capelinha, en donde el obispo, Mons. Luis Quinteiro puso a los pies de la Virgen todas las peticiones que los peregrinos llevan en el corazón. Durante su intervención, el prelado de Tui-Vigo pidió para que «cada uno de nosotros puede experimentar esa conversión, esa alegría, ese gozo que nos ofrece la Virgen. Al volver a nuestras parroquias, a nuestras casas, a nuestros trabajos, tenemos que vivir ese gozo, esa alegría de la fe porque es el regalo más hermoso que podemos llevar».
Durante la mañana, los peregrinos tuvieron la oportunidad de acercarse al sacramento de la Reconciliación para, posteriormente, a la tarde, recorrer el camino del Via Crucis, previamente a la celebración de la eucaristía.
El obispo de Tui-Vigo presidió esa misa en español en la capelinha, durante la que expresó una petición: «vamos a pedirle al Señor que seamos fieles en lo poco, que seamos fieles en lo que el Señor nos ha regalado que es la vida, que son nuestras cualidades, nuestras capacidades y nuestros talentos».
El domingo, los peregrinos acudieron al rezo del rosario en el que, durante el segundo misterio, pudieron intervenir dos personas de la diócesis de Tui-Vigo. Al terminar, todos asistieron a la misa internacional en la explanada del santuario.
Antes de poner rumbo a casa, compartieron una comida fraterna con el obispo de Tui-Vigo en la que la peregrina más joven, Jimena, entregó un obsequio al pastor de esta iglesia diocesana: una casulla con la imagen de la virgen de Fátima. Mons. Luis Quinteiro agradeció a todos los peregrinos su participación en esta peregrinación: «e he sentido muy cómodo, muy a gusto, muy unido a vosotros. Quizás sea de los viajes que he vivido más entrañablemente y, sobre todo, en el que he podido experimentar lo maravillosos que sois, lo buenos cristianos que sois. Cuando uno termina una vida de ministerio, siempre le parece que no ha hecho nada, que quedan tantas cosas todavía, pero en estos días he sentido que hemos recogido la herencia de tantas personas que ya no están aquí —que os han bautizado, que os han dado la Primera Comunión, que os han acompañado etc.—: catequistas, gente de la parroquia, padrinos, abuelos, párrocos… Todo eso lo estamos recogiendo ahora. Por tanto, tenemos que seguir transmitiendo la fe porque con vosotros se pueden todavía construir muchas cosas».
