Ayer, sábado 3 de abril, el obispo de Tui-Vigo presidió la Vigilia Pascual en la Concatedral-Basílica a las 19:30. Quienes acudieron a este encuentro, vivieron el inicio de la celebración desde sus asientos mientras en el atrio de la iglesia el obispo bendecía el fuego con el que se encendería el cirio pascual que uno del os diáconos portaría hasta el altar.
El párroco de la basílica de Santa María de Vigo, Moisés Alonso Valverde, entonó el pregón pascual que, al término, daría comienzo a la liturgia de la Palabra que, habitualmente, cuenta con siete lecturas del Antiguo Testamento y siete salmos que recuerdan las maravillas que Dios ha hecho a favor de su pueblo.
Durante su homilía el obispo de Tui-Vigo Luis Quinteiro expresó que, mediante la Vigilia pascual, «la Iglesia nos invita a celebrar esta gran noche definitiva en la que Dios ha salvado al mundo y nos ha dado la vida eterna». Bajo esta premisa, indicó que la liturgia de la vida cristiana es una conmemoración de esta noche pascual que se manifiesta la memoria permanente d la fe.
Con esta celebración, la Semana Santa llega a su fin para dar comienzo a la Pascua, un tiempo en el que, durante 50 días, la Iglesia recuerda la Resurrección de Jesús. Por tanto, se trata de un tiempo que ha de ser celebrado con alegría y exultación como si se tratase de un solo y único día festivo, más aún, como un gran domingo tal y como recuerda San Atanasio.
